Auditorio de Cangas | Cangas
28 Diciembre 2024 20:00
Sinopsis:
“Este tabanque de muñecos sobre la espalda de un viejo prosero, para mi es más sugestivo que todo el retorico teatro español”.
Valle-Inclán
“El guiñol es la expresión de la fantasía del pueblo y da el clima de su gracia y de su inocencia”.
Federico Garcia Lorca
Los héroes clásicos han ido a pasearse al Callejón del Gato: Don Juan, Don Juan Tenorio, Juanito Ventolera, Juan Pantera….
Las “farsas americanas” de Blanco Amor entroncan con uno de los filones más prometedores de la dramaturgia de preguerra, cuyo desarrollo quedo truncado al producirse la diáspora de los intelectuales tras la derrota republicana en la guerra civil. Nos referimos al teatro para títeres que tuvo en dicho tiempo destacados cultivadores: Valle-Inclán, Garcia Lorca, Arconada, Alberti, etc.
El “teatro para títeres” aparece como una de las vías de recuperación de las “señas de identidad” por los jóvenes dramaturgos de la época. Enfrentados al teatro comercial al uso, encuentran en el “teatro para títeres” una doble base: de un lado, el entroncamiento con el teatro clásico; de otro la búsqueda de un “teatro popular”, mediante la utilización de temas y formas tradicionales.
Estas “farsas para títeres”, concebidas en principio para ser representadas por muñecos, pueden representarse también por actores y actrices, pero teniendo siempre presente que actitudes, voces, gestos y ecos, todo, debe descoyuntarse, exagerarse hasta llegar a la absoluta vida esperpéntica del títere.
Realidad y fantasía son dos palabras estrechamente unidas en el “teatro de títeres” y realidad y fantasía son dos palabras que nos acompañan a transitar por la representación de estas farsas. Dos palabras que nos acercan a una viejísima tradición española y al humor que acompaña esta forma teatral.
Comicidad y enfrentamiento al teatro comercial fue el motivo que llevo a Blanco a Amor, y a casi todos sus compañeros de generación, a escribir este tipo de “farsas” y es también el motivo que nos empuja a nosotros representarlas, un siglo más tarde, como enfrentamiento claro al teatro comercial de nuestro tiempo.
Finalmente un recuerdo para Cuadernos para el Dialogo que crea los LIBROS DE TEATRO, que tanto nos enseñaron y acompañaron en los difíciles años setenta.
El verdadero realismo mágico del teatro de títeres permite el manejo de una “humanidad” suprahumana, de una población alcoloidal en la que caben el símbolo y la alegoría sin tener que hincharse con la retorica ni descarriarse con la filosofía”
Eduardo Blanco Amor
Autor: Eduardo Blanco Amor
Dramaturgia : Etelvino Vazquez
Dirección: Etelvino Vazquez
Interpretes: Sandra Fergadi, David Gonzalez,Daniel López y Etelvino Vazquez
Espacio escénico: Carlos Lorenzo
Vestuario: Manuela Caso
Espacio sonoro: Alberto Rionda y otros.
Diseño de luz: Pablo Carbajal
Cartel y programas: Sandra Fergadi
Maquillaje y peluquería: Gloria Romero
Video: La Huella
Foto: Rafa Perez.
Producción: Teatro del Norte